Teconsa suspende pagos tras no conseguir refinanciar su deuda

ECONOMÍA

La falta de liquidez la ha obligado a renunciar a la ejecución de grandes obras públicas y a vender residenciales

04 sep 2009 . Actualizado a las 09:08 h.

La constructora Teconsa, punta de lanza del grupo empresarial Martínez Núñez, no puede hacer frente a sus pagos. Así lo reconoció esta misma semana ante el juzgado de lo mercantil de Madrid, donde el martes presentó una solicitud de concurso voluntario de acreedores. Cercada por una deuda creciente (debía 79,7 millones de euros a su banca acreedora, según el balance del 2007, el último disponible), el fracaso del último proceso de refinanciación ha acabado por obligarla a arrojar la toalla.

Según reconocieron ayer fuentes de la constructora -con delegaciones en ocho comunidades, entre ellas Galicia y más de 700 empleados-, las negociaciones con su sindicato bancario (liderado por el Popular) hacen aguas tras más de dos meses estancadas. La única opción de viabilidad para la firma pasa por conseguir una inyección de liquidez de 60 millones de euros para afrontar sus pagos vencidos y pendientes, más una línea de descuento de pagarés de 15 millones, con la que ofrecer a sus proveedores garantías futuras de cobro para que estos accediesen a retomar sus contratos con la constructora y reiniciar las obras paralizadas.

La constructora aseguró ayer, en un comunicado, que está sufriendo «enormes retrasos» en los cobros, especialmente en el caso de las Administraciones públicas, por lo que el concurso voluntario «se presenta para salvaguardar los intereses de sus clientes y proveedores, y dar tiempo a organizar correctamente los recursos provenientes de los cobros, terminar los proyectos y distribuir los pagos de forma homogénea». Subrayó, eso sí, que la empresa tiene derechos de cobro equivalentes al 80% de su deuda, aunque es incapaz de ejecutarlos.

Y es que la acuciante falta de liquidez de la firma la ha obligado a paralizar su actividad, tanto en el plano de la obra pública como en el residencial. Entre las primeras, ayer mismo se hizo oficial su renuncia a una de las principales obras de reurbanización previstos en el Plan E en León, cuyo importe ascendía a cinco millones de euros y que, finalmente, será ejecutada por Fomento de Construcciones y Contratas.

En el plano residencial, la firma ha optado por desprenderse de activos en un intento desesperado por obtener liquidez. Según la empresa, esa política de desinversión le ha reportado cerca de 15 millones de euros en los últimos meses, que no han bastado para atender sus obligaciones.

Los acreedores, tras sus pasos

Tras instar la suspensión de pagos, la dirección de Teconsa asume una insolvencia por la que sus acreedores luchan en los juzgados desde hace meses. Sobre la constructora pesaban tres concursos necesarios instados por ocho empresas que reclamaban el cobro de su deuda. La primera de esas instancias de concurso fue presentada el pasado 29 de mayo por un grupo de seis acreedores -Securitas España, Excavaciones FGM, Quimivisa, Tapersa Gestión, Buritama y Rosan- que reclamaban el cobro de más de 900.000 euros de deuda vencida, según fuentes del bufete Iure Abogados, que representa a los acreedores.

Posteriormente, se acumularon otras dos peticiones de concurso necesario, instadas por las firmas Elviro Vázquez S.?A. (Evasa) -que reclama 260.000 euros- y Blape Renta, cuyos expedientes se acumularon al proceso inicial, que todavía no ha sido admitido a trámite por la magistrada Miriam Iglesias, titular del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid, donde se sigue el caso.

Desde el bufete Iure aclararon ayer que la solicitud de concurso voluntario de la empresa debería seguir el mismo camino y acumularse a su petición, «que tiene que ser la primera en resolverse por lo que, salvo que haya un fallo de forma, debería declararse el concurso necesario y no voluntario». Una diferencia que, en la práctica, no tendría mayor incidencia. «Aunque se supone que en un concurso necesario los administradores pueden ser apartados de sus cargos, después, por una cuestión de economía procesal, esto no se aplica», por la dificultad que tendría la administración concursal de dirigir la empresa.

Los acreedores subrayaron que, aunque Teconsa contabiliza 30 millones en efectos impagados, sus obligaciones son muchos mayores, «puesto que desde hace meses recomienda no ingresar los pagarés para que estos no vengan devueltos».