Las cajas gallegas preparan la vuelta a la AP-9 tras su salida hace dos años

ECONOMÍA

La Xunta se desmarca de una «decisión empresarial autónoma» de las dos entidades, aunque la «ve bien»

09 jul 2009 . Actualizado a las 03:50 h.

Las dos cajas gallegas están preparando su desembarco en la empresa Itinere con una inversión que, entre ambas, estará entre los 340 y los 400 millones de euros, según fuentes conocedoras de la oferta. La propuesta tiene una significación notable porque supondrá entrar en el capital de la empresa que tutela las tres grandes infraestructuras viarias gallegas: la AP-9 (Ferrol-frontera portuguesa), la AP-53 (Santiago-Lalín) y la AP-55 (A Coruña-Carballo). Y es una vuelta adonde estuvieron hasta hace dos años, porque Caixa Galicia y Caixanova ya ostentaron, cada una, hasta un 10% de la sociedad que controlaba la gran autopista gallega.

La operación se lleva preparando varios meses y se encuentra aún en «fase de negociación», según admitieron ayer desde las dos entidades gallegas. La oferta que preparan las cajas es por el trozo de la tarta que la constructora Sacyr mantiene en Itínere. Solo le queda un 27,3% después de la opa del fondo de inversión Citi Infrastructure Partners, que ya tutela el 51,1% de Itínere y que en breve llegará al 62,7.

Ese porcentaje que le queda a Sacyr, conforme a las negociaciones que se están manteniendo, se podría repartir entre tres cajas del norte: Caixa Galicia, Caixanova y Cajastur. De fructificar las negociaciones, las dos primeras se quedarían cada una con algo más del 11% de Itinere, por el que tendrán que desembolsar cada una entre 160 y 200 millones; la entidad asturiana, con otro 5% (ver gráfico). Estas cantidades y porcentajes que negocian las tres cajas podrían aún oscilar en función de las conversaciones que ayer mismo se estaban manteniendo, aunque sin cerrar.

Este negocio no es nuevo para las firmas gallegas. Ya estuvieron de forma activa en la autopista gallega hasta hace poco más de dos años. Caixa Galicia vendió su participación en Itínere (un 8,62%) en marzo del 2006 por 120 millones de euros; Caixanova, por 160, en el segundo trimestre del 2007, ostentando una participación idéntica a la otra entidad gallega.

La valoración

De este movimiento empresarial ya tenía constancia la Xunta hace unas semanas. Sin embargo, según fuentes oficiales, el Gobierno autónomo no está interviniendo: «Es una operación sin cerrar todavía, una decisión empresarial autónoma de las cajas que es bien vista [por la Xunta] y que se espera que redunde en el beneficio de la comunidad». Mientras, las acciones de Itínere cayeron ayer ligeramente, un 0,13%.

Está por ver si la compra se hace en forma de una sociedad conjunta que firmen las tres cajas, o de forma individual, es decir, negociando entidad a entidad con la propia Sacyr. Aun sin confirmar los pormenores de esa operación, esta constructora madrileña -cuyas acciones subieron ayer un 0,2%, frente a una caída generalizada de la bolsa- reiteró ayer que su intención es vender todo su negocio en las autopistas tras la opa de Citi. En esa intención encajan las propuestas presentadas por las tres cajas, aunque otras fuentes aseguran que se cuenta con más ofertas por ese trozo en venta.

Oportunidad de negocio

El interés de las cajas por volver a la autopista se reavivó en los últimos ocho meses con la oferta de Citi por Itínere. Con esa operación, Sacyr reveló su abultada deuda, que aún hoy ronda los 11.000 millones pese a embolsarse 2.000 con aquella opa.

Conociendo esa situación y los planes de desinversión de la constructora, comenzaron los movimientos, sobre todo allí donde las cajas veían negocio autóctono: las gallegas por las tres autopistas de la comunidad; y la asturiana por la León-Oviedo. Por ese mismo motivo ya está presente en la sociedad la vasca BBK. Es una «muy buena oportunidad de negocio», admiten fuentes del mercado. Solo en peajes, Audasa -es decir, Itínere- se llevó el año pasado 155 millones de euros de la AP-9.

¿De dónde saldrá ese desembolso que habrán de realizar las financieras? Principalmente de las plusvalías que obtuvieron durante el año pasado. Ahí encajan las de la venta de Unión Fenosa. Caixa Galicia se anotó 248 millones de euros en ganancias por la eléctrica; y Caixanova, otros 465. A las entidades les interesa reinvertir esas plusvalías antes de un año porque si se hacen con el 5% de una sociedad -como es el caso-, son mucho mayores las deducciones fiscales por aquellos beneficios. Sin embargo, las propias cajas coincidieron ayer en reconocer que la entrada en Itínere «no tiene por qué afrontarse con el dinero de Fenosa». Podría proceder de otras ganancias.