Las dos minas gallegas de carbón cierran tras 60 años de historia

A. Palmou / F. Fernández

ECONOMÍA

Las centrales térmicas de Endesa y Fenosa seguirán funcionando con mineral importado del extranjero

31 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Las dos centrales eléctricas de carbón de Galicia, situadas en las comarcas mineras de As Pontes y Cerceda, prescindirán ya para siempre del lignito pardo autóctono para generar energía y lo sustituirán por mineral importado del extranjero. Las nuevas, y estrictas, exigencias medioambientales europeas, han obligado a Endesa y a Fenosa a cerrar los yacimientos carboníferos a cielo abierto de As Pontes y Meirama (Cerceda), de donde han extraído durante los últimos años en torno a 400 millones de toneladas de lignito.

De la explotación pontesa, en activo desde los años cuarenta, ya no sale ni un gramo de carbón desde el pasado jueves por la noche. Entre 1976 y el 2006 produjo 300 millones de toneladas.

En Cerceda está previsto poner hoy, día 31, el punto final a la vida de una mina abierta en 1980 y que ha dejado una profunda huella en el entorno y sus gentes, aunque muchos trabajadores aún acudirán durante un mes más al yacimiento para hacerse cargo del desmantelamiento de las instalaciones y comenzar los preparativos para convertir el hueco dejado por el carbón en un gran lago artificial que permita sustituir la actividad minera por el ocio.

En As Pontes, la huella de la mina también quedará sumergida bajo el agua. El yacimiento comenzará a recibir las primeras aportaciones del río Eume a partir de mediados de enero. El futuro lago artificial de As Pontes, que estará a rebosar en el 2012, será una inmensa balsa de agua de 811 hectáreas de superficie y un perímetro de quince kilómetros.

Las minas cierran, pero se abren incógnitas laborales para parte del colectivo de empleados que se dedicaban a la extracción del mineral. En As Pontes, se quedan sin puesto de trabajo más de un centenar de empleados de las industrias auxiliares de Endesa. Para ellos está diseñado un plan de recolocaciones que prevé poner en marcha Traballo.

En la mina de Meirama, también están pendientes aún de una solución definitiva los trabajadores de las auxiliares. «O lago e a urbanización que queren?facer alí van ser moi bonitos, pero qué pasa cos obreros que só teñen asegurado o traballo por sete meses», se queja uno de sus representantes.

Incógnitas

A partir de hoy se abre un período de incógnitas para los operarios que desconocen aún sus ocupaciones concretas y que hacen cábalas sobre la posibilidad de que la empresa prolongue por unos días la vida del yacimiento -aun arriesgándose a posibles sanciones por incumplir los plazos- para contribuir a que Meirama pueda operar también un mes más de lo previsto antes de ser sometida a la profunda reforma prevista: «A central térmica ía pechar tamén o 31 para facer unhas obras de mellora que durarán medio ano, pero os problemas que ten a de Sabón fan que teñan que cambiar de plans porque non poden estar paradas as dúas á vez», señala un operario. En cualquier caso, la suerte ya está echada y se inicia la cuenta atrás para que el agua comience a cerrar la brecha abierta por el carbón.?