La quinta edición del torneo Lalín Cup arrancó ayer con doce equipos en competición y buenos apuntes de balonmano, aunque sin resultados positivos para la cantera del Balonmán Lalín. La renovada imagen del pabellón municipal lalinense dio la bienvenida a los clubes sobre las diez de la mañana con una reunión de todos los participantes en los que recibieron las instrucciones sobre el torneo, además de las ya clásicas camisetas de la competición. Tras la bienvenida oficial, le tocó a los infantiles abrir fuego a la competición. El Balonmán Lalín se midió al Herencia Ciudad Real en el primer encontronazo, que deparó el triunfo de los visitantes por un contundente 19-34. Más ajustado estuvo el partido de cadetes entre rojinegros y Herencia. Los dezanos se fueron al descanso con el marcador en contra, pero dieron la vuelta al resultado en apenas tres minutos; a pesar de eso, el triunfo final fue a parar a manos de los visitantes.
También ajustado fue el marcador del encuentro de infantiles entre el Cardedeu y el Teucro, que se zanjó con victoria pontevedresa por tan solo un gol, 28-29. Más contundente fue el triunfo de los cadetes del Teucro sobre el Escolapios bilbaíno, al que se impusieron 17-36. En juveniles, el Cardedeu se mostró fuerte y se impuso 30-22 al conjunto pontevedrés. Las dezanas sucumbieron 26-8 ante el Leganés. Tras la primera jornada, Herencia y Teucro se muestran como las canteras más fuertes, aunque deberán confirmar hoy sus candidaturas a los diferentes títulos.
Buen ambiente
Si en el plano deportivo los equipos dieron la talla, la respuesta de los aficionados también estuvo a la altura. Los diferentes clubes llegaron a Lalín con sus seguidores de la mano, y desde el primer partido se sucedieron los gritos de ánimo en las gradas. El calor se convirtió en el otro protagonista del día, que no registró incidencias.