Los negocios de venta de comida casera se multiplican al amparo de la creciente demanda del «take away» de calidad, que se concentra en fiestas y fines de semana
07 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Un domingo cualquiera. El cansancio de la semana hace mella y la pereza gana todas las batallas. Lo único que apetece es dejarse querer por las sábanas. A lo sumo, dar un paseo relajado, salir a comprar el periódico o acercarse al bar más próximo para tomar unas tapas. El menú dominical no debería estropear semejantes planes.
Cada vez son más los estradenses que se toman la vida con calma y se permiten el lujo de apostar por la comodidad en el fin de semana. Al mismo ritmo que los vecinos se relajan, el negocio de la comida para llevar se incrementa. En el municipio existen ya más de una docena de opciones para disfrutar de una comida casera sin ensuciar una sola sartén, sin vigilar el horno largo rato y sin pelar una patata siquiera. Los estradenses se han rendido a la take away food, pero no a cualquiera. La proliferación de la oferta demuestra que los vecinos no quieren cocinar pero quieren comer bien. Al estilo de la abuela. En invierno, se imponen los pucheros.
Uno de los últimos establecimientos en sumarse a la oferta es Orixe, un local que ha abierto sus puertas a final de año en la Avenida de Santiago. Es, además, uno de los que tiene a diario una oferta más amplia y variada. Las propietarias, Mara Blanco y Araceli Vázquez, ofrecen dos primeros platos, dos segundos y varios postres todos los días de la semana. No hay menús preestablecidos para cada día. El objetivo es ofrecer la máxima variedad para no aburrir nunca a los clientes habituales. Por el momento, las cocineras trabajan con medio centenar de platos diferentes. No obstante, en el plazo de un mes esperan contar con entre ochenta y cien especialidades para combinar en sus menús diarios. «Es comida muy, muy casera; con productos artesanales y aceite virgen extra», presume Mara Blanco. La comida se entrega en un tupper termosellado que se puede utilizar para calentar directamente la comida en el microondas.
Según explica una de las responsables del negocio, las cremas de verduras y los platos de puchero son los que más éxito están teniendo entre el público en este momento. Entre los postres, la empanada de manzana, las natillas, el arroz con leche o las mousses.
Mara Blanco constata además que los días de más trabajo son los fines de semana, especialmente el domingo. Sus impresiones coinciden plenamente con las de los responsables de la Panadería Cervela, que desde hace cuatro meses también ofrece comida casera para llevar. Por el momento la carta incluye callos los miércoles y los domingos, fabada los martes y viernes y pollo asado los domingos. Según explica Benigno Cervela, la empresa, que ya ofrece desde hace tiempo este servicio en su sucursal de Santiago, tiene previsto incrementar la oferta local con ensaladas, ensaladillas y arroces de cara a la primavera. Los callos son uno de los platos más demandados.
Los callos de Os Peares
Hablando de callos es ineludible citar al restaurante Os Peares. No dispone de termoselladora para envasar al vacío las raciones, pero lleva cerca de sesenta años llenando las ollas de su clientela. Las raciones de callos de Dolores Loureiro son un clásico. No obstante, el restaurante también ofrece ternera estofada, pulpo, paella o empanada. Vende, sobre todo, en fines de semana y, en grandes cantidades, para eventos familiares.
La oferta no termina ahí. Muchos restaurantes locales, como A Bombilla, la Raxería O Pote o Samaná, también disponen de menú del día para llevar o aceptan encargos. En A Bombilla tienen mucho éxito el salmón Rías Baixas, el jarrete en salsa de trufas y la merluza en salsa de gambas. O Pote registra sobre todo encargos de cocido, lacón con grelos o callos los sábados y los domingos y Samaná, hasta el momento, ha recibido encargos para preparar cochinillos y vieiras. Bajo demanda, casi todos los restaurantes locales preparan sus especialidades para el consumo casero.
No hay que olvidar tampoco la cadena Coren, especializada en pollos asados pero con un abanico mucho más amplio de recetas, o el supermercado Froiz, que cuenta con una pequeña sección de venta de platos preparados.