A Estrada despide el año con la presentación de una nueva guía turística del municipio, la primera editada desde la que el intelectual Manuel Reimóndez Portela había firmado hace 22 años. Desde 1987, el municipio estradense se había promocionado con diversos folletos y alguna miniguía de carácter comarcal. La presentada ayer en el salón de actos del teatro Principal tiene ochenta páginas en color, repasa todos los atractivos turísticos del municipio y está editada en tres idiomas: gallego, español e inglés.
Coordenadas GPS
Según explicó la responsable del departamento de Turismo del Concello de A Estrada, Raquel López, una de las grandes aportaciones de la publicación es la inclusión de las coordenadas GPS de los atractivos recomendados para facilitar el acceso de los visitantes a lugares muchas veces recónditos.
Otra de las novedades de la guía es su estructura. Las visitas recomendadas se organizan en cuatro grandes bloques que se corresponden con las estaciones. El objetivo es contrarrestar la estacionalización, el gran problema del turismo estradense. El municipio lidera el ránking gallego de establecimientos destinados al turismo rural. Sin embargo, los niveles de ocupación sólo alcanzan cifras interesantes en verano, especialmente en agosto. La guía aporta sugerencias de visitas en el resto de la temporada, tratando de convencer al potencial visitante de que siempre hay un buen motivo para alojarse en A Estrada.
Otro de los escollos del turismo local que intenta salvar la guía es la breve duración de las estancias.
Punto estratégico
Para ello, la publicación ofrece, además de un listado de todos los atractivos locales, algunas recomendaciones de visitas a lugares próximos. Con ello se hace visible al visitante que A Estrada no sólo es un destino interesante en sí sino también un buen punto estratégico de alojamiento para estancias más largas con excursiones a otros lugares como Santiago, las Rías Baixas, Pontevedra, la Fervenza do Toxa y el Mosteiro de Carboeiro, los petroglifos de Campo Lameiro y el Castro de Castrolandín, los balnearios de Cuntis y Caldas, el monasterio de Aciveiro, los eirados de hórreos de Cerdedo o la ruta Pontes do Lérez.