El milagro deportivo a nivel nacional e incluso continental está en La Mancha. El Balonmano Ciudad Real acaba de conquistar un nuevo título liguero arrasando por toda las pistas por las que pasaba. Pero el carácter milagroso no está en el trofeo, para el que ya era claro candidato, sino en la mezcla de dos factores que se pueden considerar antagónicos: el Ciudad Real se mantiene imbatido en todas las competiciones pese a haber visto mermado su presupuesto de forma considerable en la última temporada. La crisis económica llevó al club manchego a ejecutar un tijeretazo a la mitad de las arcas, pasando de los seis millones de euros en el ejercicio anterior a poco más de tres en esta temporada de ensueño. Ello motivó la salida de algunos de los mejores jugadores del Ciudad Real el entrenador ha sabido mover sus piezas para evitar que se notase. Precisamente desde la junta directiva acusan a la ambición del técnico, Talant Dujshebaev, de ser la principal responsable de los cuatro títulos ligueros y tres títulos continentales que podrían incrementar a finales de mes en la final Four de Colonia, donde también estará el Barcelona, junto con el Kiel de Alemania y los rusos del Chekhov. Pero antes, los manchegos tienen otro reto menos importante pero más prosaico: ganar el último partido para concluir la temporada invicto, registro que además encadenaría con otra racha de partidos sin perder desde la temporada pasada. El encuentro será en la tarde del sábado en casa contra el Cuenca, equipo que no se perfila precisamente como una amenaza para evitar el récord de victorias. La última derrota del Ciudad Real sucedió en el 2008 en la pista del Arrate.
El título de Liga fue matemáticamente conquistado a mediados de la pasada semana después de vencer al Valladolid y entre las celebraciones los jugadores mantearon al entrenador Dujshebaev. Pero las fiestas no distrajeron a los manchegos, que el sábado daban buena cuenta del Granollers.