La Policía interrumpe el entrenamiento del Compostela

La Voz

DEPORTES

10 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A las ocho y cuarto de la tarde de ayer, la Policía Nacional interrumpió el entrenamiento de la primera plantilla del Compostela cuando los futbolistas blanquiazules llevaban poco más de una hora ejercitándose para preparar el próximo compromiso liguero ante el Izarra, que se jugará a las doce del mediodía del domingo para evitar la coincidencia con la final de la Copa de España de fútbol sala.

Lo que parecía una jornada normal de trabajo en el Compostela se transformó en una tarde-noche de locos cuando una veintena de policías arribaron a San Lázaro en tres furgones y accedieron al campo de juego en el que estaban entrenando los futbolistas de Fabiano Soares. Inmediatamente, fueron obligados a abandonar el terreno de juego para ser escoltados hasta el vestuario. Ya dentro, los futbolistas fueron interrogados uno a uno.

Fue una inspección de trabajo con el apoyo de la Brigada de Extranjería y Documentación del Cuerpo Nacional de Policía, desde donde informaron que fue una intervención rutinaria. Actuaron de oficio y no había denuncia previa, aunque al principio jugadores y directivos del club sospechaban que todo había sido provocado por el despido del defensa Jesús Torres y de sus posteriores denuncias.

Los primeros en ser reclamados por la policía fueron precisamente los cuatro futbolistas que tienen un contrato laboral en otra actividad. A Mariño, Ángelo, Toño y Pablo les formularon idénticas preguntas: ¿Cuánto tiempo lleva en el club? ¿Cuántas horas trabaja y qué horario tiene? ¿Firmó algún contrato con el Compostela? ¿Cuánto cobra al mes? ¿Todo lo que cobra está declarado?.

Cuando acabaron con estos cuatro futbolistas, le tocó el turno a los extranjeros. Las preguntas fueron similares y las respuestas casi coincidentes. Parecía que todos se habían aprendido la lección previamente, aunque la inspección fue por sorpresa.

Entre futbolista y futbolista también le tocó el turno al entrenador blanquiazul. A Fabiano Soares le formularon preguntas muy parecidas a las de sus jugadores. Más de un integrante del plantel no tenía su documentación, por lo que algunos familiares tuvieron que acercarse hasta San Lázaro con el Documento Nacional de Identidad o el pasaporte.

Los policías tomaron declaración a los trabajadores del club y se limitaron a controlar la documentación que necesitaban. No encontraron ninguna irregularidad, por lo que no se registraron detenciones. A las nueve y media abandonaron San Lázaro.