Pedro Nimo volvió a ganar con una pasmosa facilidad el Belarmino Alonso de cros disputado ayer en Vigo. La prueba, que cumplió 30 años, es la única de campo a través que se disputa en Galicia y para eso fuera del calendario nacional. Por eso el santiagués aprovechó su triunfo para reivindicar la prueba, pero sobre todo a los atletas, faltos de ayudas e ignorados por la clase política.
El mejor fondista gallego en la actualidad se fue calentando en una gélida mañana: Comenzó calificando de penoso que Galicia no tenga una sola prueba de cros para soltarse como un ciclón: «A min faime gracia cando din que non hai cartos. Sí que hai cartos, o que hai é que querer gastalos nesto», dijo con relación al atletismo, indicando a continuación que las instituciones deben apostar por la base y por las promesas. «Se mañá Pedro Nimo ou Jesús de la Fuente ou quen sexa é campión de Europa é moi fácil, pero é agora cando hai que gastar, cando hai que intentar que a cousa vaia para arriba. Non había cartos pero para o Xacobeo Karpin Galicia sí, e co que cobra un ciclista fas un equipo de atletismo», rematando la faena con una frase lapidaria: «Chegas a un punto que tocas o tema dos políticos é a min a palabra que me sae é casi asco. Mentiras, palabras, verborreas... de nada vale. Se se quere pódese, só é cuestión de querer».
Porque la historia de los atletas gallegos es una historia de emigración. Algunos como Alessandra Aguilar han optado por cambiar incluso la licencia y convertirse en castellano manchega de adopción. La inmensa mayoría sigue compitiendo por Galicia, pero los mejores militando en clubes ajenos a la Comunidad. Nimo y De la Fuente, dos esperanzas para el campeonato de España, en el Piélagos cántabro, Lolo Penas en el renovado Chapín Jerez, Víctor Rioboo en el Playas de Jandía, Begoña Garrido y Eva Arias en el Valencia Terra i Mar, Sandra Aguilar en el Barcelona.... Tan solo, y por cuestiones sentimentales, aguantan en los clubes de casa los olímpicos Santi Pérez (Academia Postal) y David Gómez (Celta). También sigue en el Comesaña Marta Fernández pero denunciando que apenas recibe ayudas. En ocho años que lleva coleccionando medallas en los campeonatos de España solo se benefició de una beca de la Fundación VIDE.
La misma situación se repite con la base, cada vez menos prolífica. Ni ayudas ni incentivos. Al menos no los suficientes según el propio Nimo: «Os nenos teñen que ter un incentivo, que a xente se quite da cabeza o incentivo dos cartos só, hai máis xeitos de axudar aos rapaces. Só se trata de querer».
El círculo se completa con la falta de pruebas punteras y con los problemas de infraestructura archiconocidos. En la reserva del fondo, con una larga y gloriosa tradición, Galicia no cuenta con una sola prueba de cros en el calendario nacional. Lleva años el Belarmino Alonso intentándolo, pero por ahora sigue sin conseguirlo. Por encima, en toda la Comunidad no hay otra cita de estas características. Tan solo carreras populares y los campeonatos oficiales.
El cuadro clínico de los males del atletismo gallego se cierra con las infraestructuras. A punto de comenzar una nueva temporada en la pista cubierta Braga será el punto de destino de los atletas del sur de Galicia y Oviedo de los norteños. Tan solo Riazor, con una pista sin las medidas oficiales, les dará cobijo por un día.