A solo cuatro días de ponerse en marcha el Campeonato del Mundo, el piloto español cree que a Renault todavía le llevará un tiempo alcanzar un nivel alto
11 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Fernando Alonso se entrenó seis días en el circuito de Montmeló y sentó las bases del coche para este inicio de temporada. Analizando los tiempos en condiciones de carrera, el R28 no ha estado tan lejos de los Ferrari como pudiera parecer, aunque en la escudería francesa todavía se quiere mantener la cautela. Hasta la primera carrera de la temporada europea, que se disputará en España, no se sabrá si Renault podrá luchar por el podio. A solo cuatro días del comienzo del Campeonato del Mundo, en Australia, el piloto español, dos veces campeón del mundo de fórmula 1, declaró que «llevará un tiempo alcanzar un nivel más alto» del que ahora mismo ocupa. Alonso cree que será complicado luchar con los principales equipos en el inicio del campeonato: «En el 2007, la escudería estuvo muy lejos de la cabeza, y reducir esa distancia habría sido imposible este invierno».
Al explicar cómo ha vivido su reincorporación a Renault, en el que ya estuvo muchos años, Alonso asegura que se ha sentido como en casa. «Ya conozco a todos. Sé como trabaja el equipo y enseguida he podido unirme, desde los primeros entrenamientos».
-¿Puede ya sacar conclusiones de dónde está después de haber realizado todas las pruebas invernales?
-Pues bastante atrás. Ahora mismo, aún no estamos en condiciones de luchar por nada importante. Creo que Ferrari está por delante de todos. McLaren y BMW, también, y nosotros estamos por detrás, en un grupo con Red Bull y Williams. Pero todo puede cambiar rápido.
-¿Se ven capaces en Renault de dar un salto a mitad de temporada?
-Esperemos que sí. Creo que el equipo tiene algunas ideas y algunas zonas del coche que claramente deben ser mejoradas, como el agarre o la tracción. Ahora mismo, la aerodinámica es el punto débil y lógicamente va a haber evoluciones.
-Entonces, el plan de mejoras se habrá centrado en ese apartado.
-No sé cuál era el plan, pero las mejoras aerodinámicas son siempre las más efectivas, las que más nota el coche. Así, los cambios en el morro, aunque son casi inapreciables, ayudarán a una mejora de una décima o dos.
-¿Ve posibilidades de subir al podio en Australia, en la prueba que inaugura el Mundial esta semana?
-Está muy lejos... Creo que acabará como el año pasado: dos Ferrari, dos McLaren y dos BMW. Así, nosotros podremos optar a la séptima plaza. Pensar en el podio es demasiado optimista hoy en día. Fríamente, es más un sueño que un objetivo al alcance de la mano, por desgracia.
-¿Se esperaba esta situación cuando firmó por la escudería francesa?
-Esperaba evolucionar con el equipo poquito a poco, sabiendo que nos queda un largo camino. Yo solo intento calmar la euforia.
-En apenas unos meses puede pasar de luchar por el título a hacerlo por sumar puntos. ¿Cómo cree que se lo tomará la afición?
-Pasa en todos los deportes. Ningún equipo o deportista gana seguido demasiado tiempo y en un deporte como el automovilismo, más. Michael Schumacher logró dos títulos con la escudería Benetton y luego estuvo prácticamente cinco años sin ganar. Esto es la fórmula 1.
-De cualquier forma, se suponía que su coche iba a tener una increíble evolución, pero por el momento no lo parece.
-Renault ha dado un salto grandísimo del año pasado a este, pero el resto de escuderías también lo han dado. Estamos hablando de poder luchar por la sexta o la séptima plaza. Es una mejora importante y es el camino a seguir. Ningún equipo tiene la varita mágica. Hay que ir décima a décima.
-Aparte de la escudería Ferrari, ¿qué otro equipo cree que puede estar arriba?
-Pienso que los BMW van a ir muy rápido. Son los que más me han sorprendido, sobre todo durante las pruebas del mes de febrero.
-¿Puede Renault dar la sorpresa en el Gran Premio de Australia?
-Hace un año, en la escudería McLaren decía que las victorias eran casi imposibles a estas alturas y al final casi se gana el campeonato... Ojalá pueda pasar lo mismo ahora. Yo peco de pesimismo al afrontar el año y la gente peca de optimismo. Hay que buscar el término medio.