«Lo que yo hago no es fusión, prefiero llamarlo sonido del alma»

B.?R. Sotelino

CULTURA

El cantaor Diego «el Cigala» abrirá mañana en Vigo la novena edición del Festival Are More con un concierto protagonizado por su nuevo disco, «Dos lágrimas»

29 oct 2008 . Actualizado a las 21:55 h.

Diego el Cigala inaugura mañana una nueva edición del Festival de Música de Vigo Are More con un concierto en el Teatro Salesianos para el que se agotaron enseguida las entradas. El ecléctico certamen vigués incluye este año un ciclo dedicado a las mujeres compositoras e intérpretes y dos homenajes, a Isaac Albéniz y al gallego Eduardo Soutullo. El Cigala pone la nota exótica en el programa clásico, que es algo que le motiva. «Estoy encantado de ir. En Galicia hay afición y yo hace muchos años que no canto ahí. Vamos con muchas ganas. La última vez tuvimos que suspender el concierto, que era al aire libre, por lo mucho que llovía. ¿Esta vez es un auditorio cerrado, ¿no?», comenta, con un punto de preocupación disipada tras cerciorarse de que se trata de un teatro, con su techo a prueba de chubascos. Y más le gusta aún al enterarse de que se trata de un auditorio pequeño, «siempre se toca mejor en salas de aforo reducido», dice.

El músico, además, no es ajeno a los experimentos. De hecho está preparando ahora un disco con Montserrat Caballé, que no colaboraba con nadie desde que cantó con Freddie Mercury. «Estamos ahora en ello, con las grabaciones. Es un disco de los dos, con cosas que nos gustan a los dos, ya os enteraréis. Me lo estoy pasando muy bien porque además es una persona muy campechana y muy graciosa. Por primera vez se ha juntado el flamenco con la lírica», cuenta.

Ni Diego ni Camarón

Diego, que no se llama Diego, sino Ramón, lo que supuso la primera disputa familiar en plena pila bautismal un gélido día de diciembre de 1968, tampoco fue rebautizado para el mundo artístico por Camarón de la Isla, como se ha dicho a menudo: «No, no fue él, es una leyenda urbana. El nombre de El Cigala me lo pusieron los hermanos Losada, los guitarristas con los que empecé, porque yo era muy delgadillo y decían que no paraba de moverme. Por otra parte, las cigalas me encantan y como voy a Galicia, voy a sacar tiempo para probarlas. Me voy a poner morao ».

En Vigo, el artista desgranará los temas de su último disco, Dos lágrimas , junto con unas «pincelaíllas» de flamenco. Cuba vuelve a ser el punto de referencia en su último trabajo, aunque el repertorio es muy variado e incluye la copla María de la O , boleros como Dos gardenias y Compromiso , de Machín, o Bravo , de Olga Guillot; el cuplé Dos cruces , de Antonio Molina, y hasta el Caruso , de Lucio Dalla. En el disco ha contado con la colaboración de músicos cubanos que ya habían participado en Lágrimas negras , como el percusionista Tata Güine, fallecido en febrero de este año.

Relación con Cuba

Su relación con Cuba es cada día más estrecha. «De Cuba me gusta todo. Su música, su arte, el pueblo, cómo es su gente... Ahora llevo un tiempo sin ir pero en unos meses caeré por allí. Siempre me gusta darme una vueltecita por Cuba para ver a los amigos y a grandes músicos de allí, aunque ya desapareció Tata Güine, el genio de La Habana. Con su muerte se murió un poco la percusión en Cuba», lamenta. También tiene palabras para Bebo Valdés. «Me aportó tanto en lo personal como en lo profesional. Aprendí con él todo el rato», recuerda. Diego reniega de la etiqueta «fusión» para definir sus trabajos: «Prefiero llamarlo sonido del alma, no fusión, no le encuentro sentido, genera confusión», bromea.