Savater gana el Premio Planeta con «La hermandad de la buena suerte», una novela de aventuras

CULTURA

16 oct 2008 . Actualizado a las 09:57 h.

«Lo que más me gusta es escribir sobre libros y sobre caballos», había dicho Fernando Fernández-Savater Martín (San Sebastián, 1947), que anoche era proclamado ganador del Premio Planeta de Novela, dotado con 601.000 euros. Filósofo, escritor y militante político (actualmente pertenece al partido Unión Progreso y Democracia, que encabeza Rosa Díez), Savater ya había sido finalista del galardón en 1993 con la novela El jardín de las dudas y su nombre sonó en las quinielas del año pasado hasta el último momento.

De las diez obras finalistas de este año solo cuatro se presentaban con seudónimo; el utilizado por el autor de la obra de divulgación Ética para Amador es el de Patricio, y el título, La curva del Pardo, en alusión a una de las zonas del hipódromo de la Zarzuela, al que, según ha confesado en reiteradas ocasiones, ha sido un asistente asiduo durante cuarenta años. La novela se publicará con el título de La hermandad de la buena suerte. Su trama trata de un hombre muy rico que contrata mercenarios para encontrar a una persona desaparecida.

El fallo del Premio Planeta, que con 528 originales ha batido su récord de participación, se dio a conocer en el transcurso de una cena literaria, celebrada en el Palacio de Congresos de Cataluña, presidida por los duques de Palma y a la que asistieron casi un millar de personas.

Hijo de un notario de San Sebastián, Savater ha sido desde niño un lector voraz, tal y como recuerda en Mira por dónde (2003), un libro que recoge parte de sus memorias. El género que más ha cultivado ha sido el ensayo, con obras como Panfleto contra todo, Conocer a Nietzsche y Humanismo penitente, publicado en 1980 y por el que recibió el Premio Nacional de Literatura. Sin embargo, en su prolífica producción literaria no falta la ficción y, además de la mencionada novela con la que quedo finalista del Planeta, es autor de obras como Caronte aguarda (1981), Diario de Job (1983) y El dialecto de la vida (1985), con la que quería rendir un homenaje a Robert Louis Stevenson.

«Muerte entre poetas»

La otra finalista de esta edición del Premio Planeta, la número 57, ha sido Ángela Vallvey Arévalo (Ciudad Real 1964), que utilizó también un seudónimo para presentarse, Barfleur (es diplomada en Filología Francesa), siendo La inocencia de los bárbaros el título de la obra y que tiene como verdadero título el de Muerte entre poetas. La manchega ya tenía galardones como el Nadal, que logró en el 2002 con Los estados carenciales. Dos años antes se había dado a conocer con otra obra de ficción que tuvo una buena acogida, A la caza del último hombre salvaje. La dotación económica para el finalista es de 150.250 euros. La trama es la historia de un poeta, que es además detective aficionado, y acude a Toledo para un encuentro poético con autores de lírica española contemporánea.