La inmadurez lista para ser vestida

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

Fernando Rey e Isabel Segura llevan cinco años elaborando complementos para bebés y adultos en los que vuelcan su fascinación por los años sesenta y ochenta

31 may 2010 . Actualizado a las 13:36 h.

Fernando Rey a Isabel Otero pertenecen a la que se podría denominar generación Naranjito. Como tantos otros niños de los ochenta crecieron entre los singles de sus padres, las casetes de sus hermanos y las raciones diarias de una televisión que, entonces, aún era nutritiva. Allí echaron su ancla sentimental. Ahora, ya rebasados los treinta, lo plasman en una buena parte de sus creaciones en Efectos Espaciales.

«Empezamos haciendo broches y camisetas hace cinco años para regalar a los amigos. Poco a poco, fuimos ampliando nuestro catálogo y poniéndolo a la venta», recuerda Isabel en una de las habitaciones del piso en el que la pareja vive en el barrio de Monte Alto. La emplean como taller y se trata de un auténtico manjar para un fetichista pop.

Allí hay de todo, desde un casete-grabadora de Fisher Price -sí, sí ellos también reivindican las cintas- a un tocadiscos portátil en el que suenan viejos singles de los Rolling Stones, pasando por un sinfín de juguetes en los que queda patente esa devoción por los días de infancia. «Trabajamos aquí y nos divertimos mucho -asegura Isabel-. Muchas veces, Fernando lo que hace es pinchar, mientras yo trabajo. Yo soy la pop de la pareja, él es más punk y en el fondo esto es un modo de no madurar y conservar el alma infantil que tenemos», dice sonriendo.

En la actualidad, la firma coruñesa tiene dos líneas. Una enfocada a los complementos para adultos, en los que se incluyen carteras, tocados o bolsos, todos ellos exclusivos y hechos a mano. La otra, mira hacia los bebés de la mano de bodis con chupete, baberitos, muñecos, etc... «La verdad es que, por ahora, estamos vendiendo muy bien. Aparte de lo que tenemos en varias tiendas de A Coruña, está la venta por Internet, con lo que no hay fronteras», comenta Fernando. «Nos piden de todos los puntos de España», continúa.

De todas sus creaciones, una de las más llamativas son las carteras-casete. «Están gustando mucho -confirma Isabel-. Abrimos una cinta en dos partes, añadimos una tela, ponemos una cremallera y termina siendo un monedero. Eso sí, la gente se fija mucho de quién es la cinta. No es lo mismo que sea de Parchís, que de los Chicos», se ríe.

También han causado estragos sus bodis con chupete incorporado («es que son muy prácticos», apunta Isabel) y, por supuesto, toda la ropa para bebé imbuida en iconografía pop. Desde la diana mod a Frankenstein, pasando por el clásico Pac-Man, los bebés ataviados con la ropa de Defectos Espaciales lucirán pop por los cuatro costados: «Si vas por la calle y ves a un niño con una prenda tuya, es todo un subidón de autoestima», reconoce Isabel.

Por ahora, Isabel y Fernando, no pueden vivir de la aguja y el hilo. «Ganamos algo de dinero, pero seguimos metidos en la hostelería, que es lo que realmente nos da de vivir», explica esta licenciada en Sociología. El título descansa en un armario. «Nos lo pasamos bien, así que no hay queja».