La regeneración de Orzán y Riazor obligará a cerrar el paso a los bañistas

A CORUÑA

24 sep 2009 . Actualizado a las 17:05 h.

Las obras para la regeneración de las playas de Orzán y Riazor obligarán a cerrar los accesos a los arenales desde finales del mes de octubre, fecha que el Ministerio de Medio Ambiente se ha marcado para el inicio de los trabajos de aporte de áridos. El jefe de la Demarcación de Costas de A Coruña, Rafael Eimil, matizó no obstante que el paso de los bañistas estará restringido de forma intermitente: «Se permitirá el paso a las zonas donde no estemos trabajando, que estarán delimitadas», comentó. Además, Rafael Eimil aseguró que es posible que los accesos queden abiertos durante el fin de semana, jornadas en las que el trabajo de regeneración de las playas estará paralizado, «para que los bañistas puedan pasear sin problema por los arenales».

El responsable de la Demarcación de Costas calcula que las obras podrán comenzar en la segunda mitad de octubre, dado que todavía quedan algunos trámites administrativos pendientes, como la aprobación definitiva de la adjudicación de las obras y la firma de los contratos, un trámite que acumula un par de meses de retraso, ya que estaba previsto para el pasado mes de julio. «Esperamos que esa gestión se realice a mediados del próximo mes, por lo que si los trámites burocráticos discurren con normalidad, podremos empezar a trabajar a finales de octubre», indicó.

Unión de playas en la coraza

El proyecto impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente plantea la regeneración de las playas mediante el aporte de 290.000 metros cúbicos de arena, con lo que se conseguirá un avance de la línea de costa de 30 metros y permitirá la unión de Orzán y Riazor justo delante de la coraza. Según se explica en el proyecto, con este avance de la línea de costa se conseguirá «una mayor área para el uso lúdico y al mismo tiempo se logra proteger el paseo marítimo ante los cambios estacionales del perfil de la playa y los procesos de erosión-acreción de un temporal». El nuevo aporte de arena, que se traerá de una cantera de Vimianzo, permitirá ampliar la capacidad de los arenales en más de 5.000 personas (alrededor del 15%).

Rafael Eimil explicó que el traslado de la arena desde la mina de Vimianzo se realizará por mar, para evitar el impacto de miles de camiones (se calcula que serían necesarios más de 60.000 viajes) atravesando el centro de la ciudad. De hecho, el pliego de condiciones del concurso recoge la necesidad de que los áridos sean trasladados por mar, mediante un buque que atracará en la bahía coruñesa y que bombeará las miles de metros cúbicos de arena que se depositarán en Orzán y Riazor. La arena actual que hay en la superficie de las playas será retirada para poder depositar debajo la recién traída que, aunque tendrá una granulometría similar a la existente, de esta forma se evitarán posibles quejas de los usuarios por su grosor ya que se irá refinando con el efecto de las mareas.

La Demarcación de Costas realizó la primera ampliación de las playas de Orzán y Riazor en 1989. Entonces se vertieron medio millón de metros cúbicos de áridos artificiales (cuarzo en su mayor parte) procedente de la explotación Caolines de Vimianzo. Los trabajos duraron seis meses y medio y las playas ganaron al mar 60.000 metros cuadrados. En 1993 se realizó una nueva aportación de arena para consolidar la playa, aunque en este caso la arena se extrajo del fondo de la bahía de Ares.

Como actuación complementaria se plantea un vertido de arena en la playa de San Amaro hasta realizar, en este caso, un avance de 20 metros de la línea de costa. El volumen total del vertido necesario, teniendo en cuenta la compatibilidad de arenas, en la playa de San Amaro ascenderá a 15.000 metros cúbicos.

Carril bici

Complementando las tareas de regeneración de las playas, el proyecto también incluye las medidas para dar continuidad al carril bici entre la Casa del Agua y el Millennium.