Tirar comida por las ventanas a las ?aves no es para el Ayuntamiento motivo de sanción alguna
16 jul 2009 . Actualizado a las 12:20 h.«Si me quedo un rato observando desde el balcón compruebo cómo una vecina tira toda clase de comida mientras las gaviotas esperan ansiosas. Esto hace que día tras día vuelvan a por provisiones, crían huevos y con ellos más gaviotas, y las molestias que nos causan al resto de los vecinos empiezan a ser insoportables», denuncia un vecino del barrio del Birloque.
Mientras las quejas al número de atención al ciudadano del Ayuntamiento -010-no dejan de crecer en relación a las molestias que producen las aves, los vecinos denuncian que ven cómo se les tira comida por las ventanas a las gaviotas sin que pueda multarse este comportamiento al no existir una regulación expresa que contemple este apartado.
«Queda prohibido facilitar alimento de forma habitual a perros y gatos vagabundos». De esta manera la ordenanza municipal para la protección y tenencia de animales se pronuncia -en el capítulo número 3-sobre un riesgo que denominan «de salud pública», pero que deja al margen a gaviotas y otros animales que campan a sus anchas por las calles coruñesas. Desde el Ayuntamiento se afirma que si no existe tal regulación es porque no se trata de un hecho frecuente, «ya que la agresividad de estos animales hace que los vecinos eviten acercarse», aseguran.
Asimismo, destacan que A Coruña tiene un servicio de control de aves (Locus Avis) que está paliando la situación con métodos como la retirada de los nidos o pinchando los huevos.
En los barrios de la ciudad donde se han registrado mayores quejas, los vecinos han comenzado a alertar al Ayuntamiento sobre la agresividad de las aves, que han llegado a atacar tanto a niños y animales de compañía. «La semana pasada vi cómo una gaviota atacaba en los Mallos a un joven que caminaba con una niña y un perro. De repente se ensañó con ellos intentando picotearlos», señala un vecino que asegura que hace unos años se llevaba un control más exhaustivo con los halcones, «pero que ahora lo del nido no vale de nada», asegura.