Más colores para el Matadero

A CORUÑA

La enorme pared blanca situada en el mirador de la finca de los Mariño se transformará en el plazo de dos meses en un colorido mural con motivos marinos

14 jul 2009 . Actualizado a las 14:07 h.

Es el mural más grande que le han encargado y Fernando Arias (firma sus obras como Nando), y calcula que tardará en completarlo dos meses (si el tiempo acompaña). Ese es el plazo que se ha impuesto para cubrir de color la pared blanca que preside el recién inaugurado mirador de la finca de los Mariño.

En total son unos 320 metros cuadrado que llenará con una sirena, gaviotas y cormoranes, una rosa de los vientos, percebes, pulpos, petroglifos, delfines... y por supuesto, una torre de Hércules. Aunque realizó un boceto con los motivos marinos que quería realizar, Fernando Arias explica que los colores los tiene en su cabeza e irá improvisando a medida que avance en su obra. Utilizará pintura acrílica, que es la que habitualmente usa en sus pinturas, y después aplicará sobre el mural una capa de látex para protegerlo del polvo, la salitre y las inclemencias del tiempo. Para protegerlo contra el vandalismo urbano sabe que no hay repelente que valga: «Siempre hay riesgos y algún desperfecto, pero yo confío en que los grafiteros lo respeten, como al resto de murales que hay pintados en la calle», asegura.

Dado que la pared tiene 80 metros de largo y en algunos puntos llega a los cinco de alto, utilizará andamios para llegar a todos los rincones del mural. Además, usará pistolas para cubrir los dibujos con colores y aerógrafos y brochas para los retoques. Fernando explica que lo primero será dibujar las líneas de la composición y, después, por tandas, ir completando el mosaico por colores.

De Valencia a A Coruña

Aunque Fernando es coruñés, vivió durante más de 30 años en Valencia, donde ya tenía una reputación como muralista y lograba encargos con relativa facilidad. «Aquí este tipo de iniciativas son menos habituales, pero poco a poco se hacen más cosas», comenta. Por ello, y por el momento, tiene que dedicarse a otros trabajos menos inspiradores, como por ejemplo el diseño de decorados para películas. «El problema es que de esto, de realizar murales, se puede vivir por temporadas», añade.

Por lo pronto, la Demarcación de Costas y el Ayuntamiento le pagarán cerca de 4.000 euros por estos dos meses de trabajo.