Dolce Vita convirtió la Grela en el centro de A Coruña

Pablo Portabales pablo.portabales@radiovoz.com

A CORUÑA

Jaime Lopes, con Javier Losada, Paula Vázquez y Carlos Cutillas en la inauguración
Jaime Lopes, con Javier Losada, Paula Vázquez y Carlos Cutillas en la inauguración FOTOS: CÉSAR QUIAN

17 oct 2008 . Actualizado a las 03:21 h.

Un gigante en la Grela. A Coruña ya puede presumir de contar con un centro comercial gigante. De esos que resulta imposible recorrer en su totalidad y no acabar con dolor en los pies. Tardé diez minutos en encontrar la tienda de H&M, la primera de la cadena en territorio Inditex. «Por fin, ya no tendré que ir a Lugo», exclama una fotógrafa. «Nosotros tenemos un local en el que exponemos obras de gran formato», me comenta Menchu Tudela , de la galería Atlántica, a la que ya había saludado en la entrega de medallas de las Bellas Artes. Y es que entre Banderas y Melanie y el Dolce Vita y Paula Vázquez la semanita fue de aúpa. «Me pones en una situación difícil», dice el alcalde Javier Losada, que duda a la hora de responder a la pregunta que le formulo: ¿Con quien se queda, con la americana o con la ferrolana? «Lo más importante es que sean embajadoras de la ciudad», sale del atolladero en plan político.

A las siete de la tarde el ambiente era el de las grandes ocasiones con centenares de personas accediendo al hall principal. A esa hora se empezaron a servir los primeros cócteles y tres minutos después cayó la primera copa al suelo. Esquivé los cristales para saludar a la sonriente Paula Vázquez, que me confesó su experiencia coruñesa, su dolce vita en Marineda: «El año pasado alquilé un piso en Riazor y, aunque tenía que ir mucho a Madrid, disfruté muchísimo del paseo marítimo», comenta antes de subir al escenario junto a Carlos Cutillas , presidente del grupo Chamartín, y Eva Ugarte , directora general de hipermercados Eroski. Asistieron al acto José Luis Méndez , director general de Caixa Galicia; el presidente y editor de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre ; los concejales socialistas Mar Barcón , González Garcés y José Nogueira; y la delegada de Traballo, María Debén . Del PP estaba Julio Flores . A las siete y cuarto llevaba contabilizadas 4 copas rotas.

Fuera mucha niebla y dentro de Dolce vita mucho humo, el necesario para la puesta en escena del espectáculo de luz y fuegos artificiales que hubo tras la bendición de Rafael Taboada , Tabeada para la presentadora, y los discursos. Entre la marea humana distinguí a los de la competencia comercial. Por ejemplo, a los de la cúpula de El Corte Inglés en Galicia, con su director en la comunidad, Ricardo Cabrera, a la cabeza y Juan Louro , director del centro comercial Cuatro Caminos. Saludé a Julio Rivero y Loli Estrada, de Caixa Galicia, a Gerardo Crespo , un hombre del centro de la ciudad en la Grela, a Enrique Ulloa, de Saprogal y a tantas y tantas personas que me pregunto si ayer había alguien en el Obelisco.

Al terminar el acto de inauguración, la marea de curiosos empezó a subir por las escaleras mecánicas, que parecían las del metro de Madrid en hora punta. Entré en Eroski y me llamó la atención un deuvedé a 19,90. «Hoy no se lo puede llevar, tiene que ser mañana», explica un atento dependiente. Con los pies saliéndoseme de los zapatos decidí llamar a un taxi y perderme los pinchos, que tenían una pinta estupenda. «¿Que tal la inauguración?», preguntó la de la centralita de Radio Taxi cuando le solicité el coche para la calle Severo Ochoa. Ayer, no se habló de otra cosa en la ciudad.