«Tendremos que repetir el año que viene, pero con hombres»

A CORUÑA

El director de la Escola de Arquitectura resta importancia a la polémica por el espectáculo de clausura del curso de acogida, y apuesta por «abrir la mente»

16 oct 2008 . Actualizado a las 13:06 h.

Sorpresa y perplejidad son dos de los adjetivos que emplea José Manuel Casabella, director de la Escola Técnica Superior de Arquitectura, para definir toda la polémica generada a raíz del espectáculo con el que clausuró el curso de acogida de los nuevos alumnos, y en el que dos actrices se desnudaron dentro de una performance en la que intentaban hablar sobre la libertad del proceso creativo.

-¿Fue o no un estriptís?

-No fue un estriptís, fue un trabajo artístico que no tiene otra connotación erótica, y que no tiene nada que ver con un estriptís. Yo no estaba allí, pero lo vi luego, y son dos actrices que aparecen vestidas de soldado y obrero, y se van liberando de las ataduras que representan los uniformes. Ellas quisieron de esa forma interpretar cómo es el proceso creativo y artístico que fue de lo que se les había hablado a los alumnos en el curso de acogida, de que la arquitectura es diferente, de que hay que olvidar las ataduras, liberar la mente y desnudar la imaginación.

-¿Qué le pareció?

-No me pareció ni bien ni mal, yo no estaba allí. Sin embargo, no he recibido ningún tipo de críticas ni por parte de los profesores ni de los alumnos. Además, cuando yo estudiaba, nosotros teníamos que pintar en clase modelos que posaban desnudos, que eran hombres y mujeres. Era algo normal y nadie se escandalizaba.

-Algunos afirman que una facultad no es el lugar más apropiado para este tipo de espectáculos, ¿qué opina?

-Puede que si se escenificase en un teatro, parecería normal, pero que en un aula puede resultar un poco extraño; aunque creo que está dentro del proceso creativo que es la arquitectura en el que no nos podemos limitar a expresar que las cosas son de tal forma, hay que abrir la mente y hacer algo distinto. El otro día leí que las dos actrices decían que pedían perdón si habían ofendido a alguien, yo creo que no hay necesidad de pedir perdón, porque fue un espectáculo de lo más limpio y decente, con un fin concreto que era expresar algo.

-¿Qué es lo que más le ha sorprendido: el espectáculo o la repercusión?

-Sin duda, me quedo con la grandísima repercusión mediática, que para mí ha sido una sorpresa. Tendremos que repetir el año que viene, pero con hombres.

-¿Qué le parece que la escuela de Arquitectura coruñesa sea más conocida ahora por este tema que por sus logros?

-Estas cosas sirven para dar a conocer que existimos, y dan muestra del cierto talante abierto y tolerante que tenemos, en el que nos gusta arriesgar y apostar fuerte por las cosas. Naturalmente, no lo hemos hecho para llamar la atención, ni para buscar publicidad, que no la necesitamos. Cada año tenemos que limitar la entrada a la escuela a solo 200 alumnos, pero hay muchas peticiones más, y nuestros estudiantes son de los más demandados para trabajar en Europa. El que se desnude la gente no es corriente, y que lo haga en un aula tampoco, pero creo que es un tema que no debe dar lugar a tanta verborrea.

-¿Con qué idea quiere que se queden los alumnos de este curso?

-Que hay que apostar por la libertad creativa, por proyectos novedosos, por la investigación de nuevas tendencias y valorar mucho la innovación. Esto tiene que ver mucho con la mentalidad que le queremos inculcar a nuestros estudiantes.

-¿Cuánto cobraron las dos actrices por presentar este espectáculo?

-No lo sé, pero te aseguro que fue mucho menos de los que costaron los pinchos que se sirvieron a continuación de la actuación.