Decenas de laudas gremiales siguen amontonadas en Noia sin que el Concello tenga aún una solución para ellas

La Voz

NOIA

05 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Visitar el templo y el cementerio de Santa María A Nova, en Noia, es tanto un regalo positivo como nefasto para los ojos. Por una parte, un recorrido por la iglesia y el cementerio le permiten observar la mejor colección de lápidas medievales del mundo. Se trata de un museo clave para la comarca en todos los sentidos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Si las laudas que están dentro del templo no tienen problema, todo lo contrario ocurre con las decenas de sepulcros que se amontonan en las esquinas de una necrópolis que, por cierto, todavía sigue utilizándose.

Desde hace varios años, el musgo y el olvido hace mella en decenas de lápidas que se almacenan y amontonan sin demasiado orden, al lado de unos contenedores, rodeadas de todo tipo de escombros de ladrillos o también pegadas a un cajón de madera. Es decir, como si fuesen unas piedras cualquiera y no unos valiosísimos sepulcros.

Lo peor del asunto es que el Concello noiés sigue sin una solución para pisar el freno al deterioro de tan importantes laudas gremiales.

Las autoridades indican que la cuestión es muy compleja, ya que se está a expensas de que haya subvenciones de otras Administraciones públicas. Además, también insisten en que el único camino posible es el de la ampliación del museo. Y también habla de que lo ideal será ampliar la sala expositiva a los bajos de la casa de cultura, pero el problema es que ese edificio, aunque de uso municipal, no es propiedad del Concello.

Patrimonio

El caso es que, por unas o por otras causas, la solución no llega y las lápidas continúan en las fauces del deterioro. Basta con ir por el cementerio para tener la sensación de que se está perdiendo un valioso patrimonio.

La colección de laudas gremiales de Noia es la más importante existente en el mundo. A pesar de que desde hace tiempo se está intentando recuperar todo el material que hay en el templo de Santa María a Nova y en la necrópolis, todavía queda mucho por hacer y aún hay piezas abandonadas y arrinconadas que continúan deteriorándose con el paso del tiempo.

El recinto es uno de los más visitados de la zona debido a la singularidad de este museo, único por sus laudas que se conservaron con el paso del tiempo.