«El café-teatro es siempre un gran espectáculo cercano al público en el que hay que improvisar»

I. G / P. G

CARBALLO

04 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El pub A Reserva de Carballo se convirtió ayer en un peculiar teatro en el que la compañía Petit Comité, formada por Sonia Méndez y Sandra Lesta interpretaron Aquí no llama ni Dios. Sonia Méndez estuvo antes en el programa Voces de Bergantiños, de Radio Voz, explicando en qué consiste este original proyecto.

-El nombre de la compañía ya da pistas de que no son muchos integrantes.

-No, la verdad. Sobre el escenario somos solo dos chicas y un chico que es el pianista y quien hace los arreglos musicales.

-¿En qué consiste «Aquí no llama ni Dios»?

-Es una obra de creación propia que mezcla teatro y música. Es un espectáculo muy loco. Las dos protagonistas están esperando una llamada que no acaba de llegar y empiezan a divagar sobre muchas cosas para llenar el tiempo. Siempre decimos que es un espectáculo que va sobre la vida, el universo y todo lo demás.

-¿Cómo se complementan piano y representación?

-El piano nos acompaña prácticamente todo el tiempo. Es como una música de fondo que a la vez utiliza sonidos para acompañar determinados momentos. Es un tercer personaje que también habla. Además hay canciones en medio del espectáculo.

-¿Cómo se les ocurrió el título del espectáculo?

-La verdad es que es justo lo que pasa porque a lo largo de la función «no llama ni Dios». Es muy importante la presencia del teléfono y el hecho de que no llame nadie. Cuando hacemos estos espectáculos intentamos hacer algo diferente, un poco a la forma de Faemino y Cansado, que son nuestros ídolos.

-¿Que le parece la iniciativa de Rúa dos Contos de llevar el teatro a pequeñas salas?

-Me parece estupendo porque siempre digo que el café-teatro es también gran teatro, ya que el público está muy cerca y hay que improvisar. Lo cierto es que no es fácil tener una gran compañía y mantenerla, por lo que el café-teatro es una manera de ir representando obras. Además es una buena manera de entrar en contacto con el público que está allí mismo, tomándose una cerveza.