Los centros de salud de la zona se quedan sin la mitad de sus médicos

La Voz

LUGO CIUDAD

05 ene 2008 . Actualizado a las 02:50 h.

Los centros de salud de la práctica totalidad de los municipios de la Costa da Morte se encuentran estos días al borde del colapso por la ausencia de la mitad de los médicos que integran sus plantillas. Vacaciones, bajas e incluso cambios de destino son las causas de una situación a la que el Sergas no ha dado respuesta al no cubrir la mayoría de esas vacantes.

En localidades como Coristanco o Ponteceso faltan dos de los cuatro médicos que atienden sus respectivos centros de salud, lo que obliga a los facultativos presentes a aumentar su carga de trabajo para ver a sus pacientes y atender también las urgencias de los que no están estos días. En el primer caso, esta situación dura ya dos semanas.

En A Laracha, donde habitualmente hay seis facultativos, también están al 50% lo que unido al aumento de pacientes ha propiciado importantes retrasos a la hora de conseguir citas. La situación es incluso peor en Cerceda, puesto que desde el lunes faltan tres médicos (incluido el único del consultorio de A Silva) y el que queda tendrá que hacer frente a este problema durante una semana más.

Después de que el jueves se desbordase la capacidad de atención del centro de salud de Vimianzo, la normalidad comenzó a regresar ayer con la llegada de un médico de apoyo, pero lo peor aún está por llegar, según cuenta Alberto Freire, doctor y representante sindical de Médicos de Galicia Independientes: el próximo lunes está previsto que solo trabajen dos de los cinco facultativos de la plantilla -entre bajas y días libres- y el jueves, con el mercadillo, se espera una nueva avalancha de pacientes. Cuenta Freire que en Vimianzo llevan desde mayo aguantando una situación laboral extrema y explica que la sobrecarga en las consultas aumenta la probabilidad de cometer errores, además de perjudicar física y mentalmente a la plantilla. Asegura que hay que tomar medidas urgentes desde la gerencia provincial para cambiar la situación, aunque sea aplicando métodos temporales como los que se aplican en Lugo y Ourense, donde la falta de personal se suple con jornadas de tarde en las que otro facultativo -doblando horario- se encarga de pasar consulta donde no hay profesionales.

También se repiten los problemas de personal en Zas, donde habitualmente trabajan dos médicos. Ahora hay uno solo y la situación es tal que tuvo que ampliar su horario de atención y las recetas las hace en casa porque no tiene tiempo para ello en el centro de salud. Quien pidió cita ayer la obtuvo para el miércoles. Con un solo médico estarán hasta el día 14. En Navidad y en los meses de verano la situación se repite desde hace años.

En Cee faltaba ayer un médico y una pediatra. Trabajaban en el centro de salud cuatro médicos. Desde allí explican que la situación está controlada y que tan solo hay algo más de trabajo del habitual, que suele ser mucho.

En Muxía las cosas están peor: suelen trabajar tres médicos y un pediatra. Ayer solo hubo dos facultativos que tuvieron que lidiar con una avalancha de pacientes. Hasta el doble de un día normal. Cada médico tuvo que ver, además de las consultas, un número considerable de urgencias que retrasan el tiempo de atención.

En Fisterra, sin bajas en la plantilla, las cosas están más controladas. Tampoco hay problemas especiales en Dumbría, donde se están dando citas para el mismo día pese a que ha aumentado la demanda. Allí trabajan dos médicos y tampoco hay bajas.

En Cabana, disponen de sus dos médicos y el pediatra, aunque uno de los dos primeros ha tenido que repartir su jornada entre el centro de salud y el consultorio de Nantón.

Carballo

La situación es especialmente grave en Carballo, el centro de salud con el mayor volumen de cartillas, ya que en estos momentos faltan 12 de los 17 facultativos que prestan sus servicios actualmente, lo que obliga a sus compañeros a repartirse sus consultas y ha provocado una lista de espera de hasta cinco días. Sobre el servicio de cita previa por teléfono, desde el centro aseguran que la centralista está saturada y que por eso comunica sin cesar.