La noche del martes fue complicada en Noia y Lousame a causa de los cacos. Hubo al menos tres robos y cuatro personas acabaron detenidas y durmiendo en los calabozos de la Guardia Civil. Dos de los arrestados son súbditos de Rumanía y el otro par de detenidos son naturales del municipio coruñés de Negreira. Los rumanos no operaron en el mismo lugar ni a la misma hora que los nicrarienses.
Primero, los operarios de un supermercado del centro urbano se pusieron en contacto con la Guardia Civil ya que detectaron que en el establecimiento había dos extranjeros que estaban hurtando. Al parecer, tenían en su poder distintos objetos, tales como maquinillas de afeitar. Cuando llegaron los agentes, se detuvo a estas dos personas, que resultaron ser de Rumanía. Se calcula que, si llegasen a salirse con la suya, obtendrían un botín de unos 500 euros.
Todo revuelto
Poco tiempo después de que los trabajadores del supermercado se llevasen un buen susto a cuenta de los ladrones, otra vecina de Noia se quedaba de piedra. Se trata de la esposa del ex alcalde Antonio Pérez Insua, que, sobre las nueve de la noche, llegó a su casa -una vivienda ubicada en A Barquiña- y se la encontró patas arriba, es decir, con claros síntomas de haber recibido visita de los amigos de lo ajeno.
Al parecer, los ladrones lograron romper el cierre de la finca, subirse a un tejado y forzar la ventana de una de las habitaciones. No debieron estar demasiado tiempo dentro de la vivienda, ya que únicamente revolvieron la parte de arriba. Eso sí, les dio tiempo a llevarse distintos objetos de valor. Ayer a media mañana, el portavoz popular señalaba que todavía estaban recontando las cosas que les faltaban y que por la tarde acudirían a las dependencias policiales para denunciar el caso. Se sospecha que los ladrones estaban dentro cuando llegó la propietaria de la casa, y que al sentir sus pasos se marcharon por la parte trasera.
Por si con esto fuese poco, sobre la medianoche, las actividades delictivas se desplazaron a una carretera de Lousame. Una patrulla de la Guardia Civil que hacía una ronda por la zona vio cómo dos individuos intentaban sustraer gasoil de unos camiones que trabajan en la obra de ampliación de un vial. Lógicamente, ambos hombres acabaron detenidos y siendo conducidos a las dependencias policiales. Eran dos vecinos de Negreira que, al parecer, ya tenían antecedentes penales. Ayer a media mañana, tanto los rumanos como los vecinos de Negreira esperaban para declarar en el juzgado noiés.