Decálogo del hostelero responsable

BARBANZA

La Federación Española de Bebidas Espirituosas forma a los futuros trabajadores para que contribuyan a crear un ocio más saludable y a que no se abuse del alcohol

14 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los hosteleros también tienen su parte de responsabilidad a la hora de ayudar a crear un ocio «más saludable y de calidad en la población en general y, en especial, entre los más jóvenes».

Así lo considera al menos la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), que ayer impartió en el Centro Superior de Hostelería de Galicia la primera parte de un curso que le da al que sirve las claves para moderar, molestando lo mínimo al cliente.

Según quién sea el que bebe, no será fácil llamarle al orden. Así que los de FEBE se han sacado del fondo de la bodega un decálogo que, convenientemente aplicado, debería garantizar el éxito. El primer mandamiento «para un servicio responsable» tiene que ver con la velocidad: «Anima a beber despacio, poco a poco, degustando la bebida y dejando posar el vaso entre trago y trago». El típico: «Precaución, amigo conductor, la senda es peligrosa».

El segundo mandamiento lo domina bien la hostería compostelana, no así en otros lugares donde, si quieres tapa, tendrás que pagarla a precio de oro. Dice así: «Ofrece comida junto a las bebidas». Es cierto; en Santiago puedes irte a casa cenado solo con las tapas que se regalan con la consumición.

El tercer mandamiento pone un poco al barman en un brete: «Ofrece también bebidas no alcohólicas para alternar con las alcohólicas»; quizás no es fácil sugerirle a quien se acaba de meter un cubata que se pase un rato a la tónica, así que habrá que echar mano de la imaginación y, sin duda, sentido del humor: «¿Algo suave para desengrasar?».

El cuarto mandamiento también se domina bien por estos lares: «Ofrécete a llamar un taxi o proporciona opciones de transporte. Premia a los conductores alternativos». En Santiago hay hosteleros que han llevado a casa a algún cliente en sus propios coches, ¡Incluso en brazos! No se puede pedir más.

El quinto dice: «No sirvas alcohol a personas en estado de embriaguez (borrachera), bajo el efecto de drogas o medicamentos»; sentido común; alguien que tiene tatuado en la cara el mapa de la Rioja ya no está en condiciones de seguir. «No sirvas alcohol bajo presión o sin haberlo solicitado el cliente». Salvo celebración o que haya tocado la lotería de Navidad en el local, es poco probable que esto ocurra pero, por si acaso, conviene no forzar la máquina.