La pousada más controvertida

AROUSA

Las posturas del gobierno local y la Diputación están claras. Los empresarios esperarán a la próxima semana para definirse

05 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Las posturas sobre la construcción de una «pousada xardín» en el centro vacacional de A Lanzada siguen encontradas pero habrá que esperar a la semana próxima para comprobar si la visita del presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, a O Grove pulirá alguna arista.

Entre el miércoles y el jueves están convocadas asambleas de Emgrobes y la Asociación de Hostelería para que los socios se posicionen ante este proyecto. En una asamblea anterior, los hosteleros se pronunciaron ya en contra de la actuación que pretende llevar a cabo la Diputación. Pero en los últimos días se ha hablado mucho sobre este asunto y, vista la determinación de Louzán de llevar esta iniciativa adelante, podría haber algún cambio en este sentido.

Una reunión concurrida

Louzán se reunió el miércoles con los representantes de los empresarios, aglutinados en Emgrobes, Hostelería y CIT, y con socios a nivel particular, con lo cual se juntaron en el antiguo sanatorio de A Lanzada medio centenar de personas. El presidente provincial acudió acompañado por los técnicos, que explicaron las características del proyecto, e incidió en el mensaje que lleva lanzando desde que se inició la polémica: la pousada no va a ser una competencia para los hoteles de O Grove.

Explicó que este producto turístico se va a dirigir, sobre todo, a personas con discapacidad y que las 23 habitaciones de que va a disponer no suponen una amenaza para el entramado hotelero grovense. Si la Diputación elige el centro de A Lanzada es porque es un edificio que ya necesitaba una rehabilitación y porque reúne todos los requisitos, señaló el presidente provincial. Hay que tener en cuenta, además, que los proyectos de las pousadas están estrechamente ligados a valores paisajísticos y medioambientales, y A Lanzada los reúne sobradamente.

Pero los hosteleros no las tienen todas consigo. Recuerdan que ya hay establecimientos en O Grove adaptados para personas con movilidad reducida y que, en mayor o menor medida, la pousada significará una competencia con la agravante de que se hará con dinero público. La inversión prevista supera los dos millones de euros.

Otro de los puntos de fricción es el modelo de gestión, y en este sentido Louzán no parece que vaya a hacer concesiones. El miércoles se ratificó en que la pousada será de gestión privada y se adjudicará en concurso público, por un período de 25 años. Y dijo que si hay empresarios o colectivos de O Grove que estén interesados en hacerse con esta adjudicación, como de hecho apuntó el CIT, no tienen más que presentarse al concurso.

Visto que este terreno no hay mucho que discutir, algunos empresarios apuntan a la posibilidad de situar la batalla en otra órbita: la piscina.

De hecho, en la reunión celebrada en el antiguo sanatorio hubo hosteleros que enarbolaron el discurso de que en O Grove hay otras inversiones más prioritarias que la pousada. A Louzán no lo cogió de nuevas pues el gobierno local lleva días insistiendo en este mensaje y, otra vez, justificó el que O Grove no disfrute de la ansiada piscina en la falta de suelo, suelo que, según el cuatripartito, está ya a disposición de la Diputación.

Aval al campo de golf

Pero ese no era el tema que le interesaba abordar al presidente y sí incidió en su disponibilidad para llevar a cabo iniciativas que sirvan para potenciar el sector turístico local. En este sentido hizo expreso su respaldo a proyectos como el del campo de golf de 18 hoyos para A Siradella.

La construcción de esta pousada tiene un trasfondo, también, político pues, aunque los protagonistas no lo reconozcan, implica un nuevo pulso entre el cuatripartito y la Diputación de Pontevedra. El gobierno de José Antonio Cacabelos busca aliados para hacer «causa común» contra la pousada porque entiende que pocos beneficios va a reportar al municipio.

En última instancia corresponde al alcalde firmar la licencia de obra para construir la pousada pero en el PP local ya advierten de que no podrá negarse a ello si el proyecto cumple con todos los requisitos legales.

Se queja el cuatripartito de que no fue invitado a la reunión con Louzán, y el portavoz popular, Miguel Ángel Pérez, recordaba ayer que tampoco la oposición fue invitada a la reunión del lunes que convocó el alcalde con los colectivos empresariales. E insistió Pérez en su argumento de que el gobierno está utilizando la pousada como instrumento político para tratar de desgastar a la Diputación.