Una inversión de 5,4 millones que ahora precisa otros 800.000 euros

La Voz

AROUSA

18 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La evolución de los desperfectos que sufre el auditorio de Vilagarcía puede cuantificarse y ponerse en números sin mayor problema. La primera cantidad que conviene tener en cuenta es la inversión que la Xunta realizó en la ejecución del edificio: casi 5,4 millones de euros que hicieron posible la construcción de un espacio útil de 4.630 metros cuadrados, con una gran salón con 754 butacas y una sala de conferencias con capacidad para 162 personas, además de aulas para seminarios, despachos, ropero y una cafetería que nunca llegó a funcionar.

Desde el principio, el uso demostró su versatilidad a la hora de acoger actividades de todo tipo. Así, por ejemplo, antes incluso de su inauguración el entonces alcalde, Javier Gago, anunciaba que el complejo sería objeto de las reformas necesarias para acoger el conservatorio profesional de música. Lo malo es que, junto al potencial de las instalaciones, también comenzaron a hacerse visibles las deficiencias que padece el recinto cultural.

Cuestiones como el color de los extintores, que coincidía con el de las paredes en una evidente vulneración de la más básica norma de seguridad; como la insonorización del salón principal frente a la circulación rodada que soporta el vial de enlace, inmediato a las instalaciones; como la profundidad del foso diseñado para la orquesta y los problemas de seguridad que entraña; cuestiones como estas fueron saliendo a la luz poco a poco.

Había, sin embargo, problemas de mayor envergadura y más difícil solución. La cosa comenzó por el deterioro de varias piezas de la pizarra verdosa que cubre la fachada del edificio. Varias de ellas se vinieron abajo, llevando al Concello a meditar seriamente sobre la conveniencia de cerrar temporalmente las instalaciones ante el riesgo de que alguien sufriese un accidente grave. Todavía hoy, el auditorio está rodeado por una serie de vallas y son perfectamente visibles los huecos que han dejado las losetas al caer.

La explanada exterior

La propia explanada exterior de la edificación, la misma que forma la techumbre de los sótanos, se vio afectada por esta cadena de desperfectos. Las placas que la componen oscilan y se mueven. Las filtraciones de agua hacia el interior de los bajos estaban, la caída del techo de uno de los locales lo hace evidente, a la orden del día. Así que como mínimo hay otras dos cifras que añadir a la inversión inicial de 5,4 millones. Se trata de los 758.049 euros que la Xunta ha puesto sobre la mesa para reparar las deficiencias de las que hay constancia. Y de los 84.696 euros invertidos en la creación de las salas de ensayo que estarían en peligro si los arreglos no se ejecutan de una vez.