En A Moncloa se debate sobre fútbol y sobre la grúa averiada del puerto

M.?C. BURELA/LA VOZ.

A MARIÑA

19 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El paquete de medidas económicas anunciadas por Zapatero no cogió por sorpresa a los viejos lobos de mar que se guarecen cada día en A Moncloa, con vistas al puerto de Burela. «Aquí falamos máis do Madrid e do Barça que de política porque no fútbol, a pelota está no aire, e en política, está todo feito». Es la reflexión de José, quien comparte a diario varias horas con otros habituales de A Moncloa, un lugar de reunión donde el debate sobre lo divino y lo humano está servido.

El anuncio de que se congelarán las pensiones les preocupa cuando echan números para pagar algunos recibos. A todos les preocupa bastante más que su petición de una grúa nueva para el puerto haya caído en saco roto que el discurso político. La que hay en el puerto lleva averiada unos dos años y, a pesar de reclaman otra nueva día si y día también, siguen con la grúa averiada y los propietarios de un centenar de embarcaciones deportivas, de la séptima fila, se ven obligados a contratar los servicios de los astilleros próximos para poder disponer de sus embarcaciones. «Xuntámonos sete ou oito donos de lanchas para que nos saia máis arreglado o prezo. E temos que pagar este servizo ademais de seguir abonando o recibo cada seis meses a Portos de Galicia», explica Arturo.

Los recibos de Portos

Sus compañeros, como Manolo, respaldan al cien por cien sus reivindicaciones porque ellos comparten el problema. El pago extraordinario por disponer de una grúa privada representa un gasto importante y más teniendo en cuenta que la mayoría son pensionistas pendientes de que el Gobierno les congele la paga: «Cando lle pagamos o recibo a Portos pagámosllo como se nos estivera prestando todos os servizos, pero non é así». Uno dice abonar 104 euros por el primer semestre del año, cantidad que se incrementa en el segundo al coincidir con la temporada de verano. «Aquí vaise unha lancha a pique e tela que deixar ir, non tes grúa para levantala», apunta Manolo.

¿Y sobre política no debaten? «Falamos o que imos entendendo, pero pouco». Cuando se les pregunta qué cargo político les gustaría que se pasase por A Moncloa sale el nombre del presidente Alberto Núñez Feijoo. ¿Por qué Feijoo? «É o que corta o bacallau e a ver si vindo por aquí nos poñía a grúa. A ver se os políticos miran algo pola xente descalza».

Mientras aguardan la visita de Feijoo -que fue convidado por los responsables municipales a participar en las patronales y en la Festa do Bonito- los jubilados de A Moncloa conversan sobre barcos, sobre la campaña del bonito, hablan de sus vivencias en el Gran Sol, de las chicas guapas que pasean por el puerto... Los lunes, toca fútbol, y en el descanso toman por 60 céntimos un café de máquina.