Ayer por la tarde, en la plaza Maior de Viveiro, volvieron a concentrarse vecinos de «8 edificios, 118 fogares» de Lodeiro afectados por una sentencia firme de demolición. Después de que el presidente del PP de Viveiro rebajase a «unas 30 las viviendas afectadas» por el fallo judicial que anula licencias concedidas cuando él era alcalde, quienes acudieron a la movilización de ayer quisieron dejar claro que «afectados pola sentencia somos todos, 118 estafados», como rezaban algunos de los carteles que portaban.
El discurso de los vecinos no ha cambiado. Insisten en «reclamar a solución definitiva do conflicto que afecta a 118 vivendas», las que habría que tirar para acatar la sentencia. Ayer también quisieron «respaldar» las acciones en marcha dentro del ámbito administrativo, de las que fueron informados por los portavoces de todos los grupos políticos de la corporación viveirense. Aunque las autoridades locales les indican que las gestiones «camiñan na boa dirección», a la Asociación de Veciñas e Veciños de Lodeiro no le escapa que eso «non soluciona un conflito que ten como base fundamental unha sentencia xudicial, que nos condena a seguir pendentes e expectantes sobre o derribo das nosas vivendas».
A la espera de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia se pronuncie sobre la argumentación legal del Concello de Viveiro, que aduce que la sentencia de demolición no se puede cumplir porque obligaría a derribar pisos que no han sido condenados, los vecinos de Lodeiro reiteran que seguirán concentrándose cada mes en Viveiro, al menos mientras «a solución de tódalas frontes abertas non sexa favorables ós nosos intereses legais e lexítimos».