Fernando Suárez analizó con los hosteleros y la patronal las denuncias por el ruido

J.A. Quelle

A MARIÑA

25 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Tras no lograr sacar adelante la ordenanza reguladora de la contaminación acústica -por la oposición del PP, PSOE e UPRI- el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez (BNG), decidió reunirse con los hosteleros y el presidente de la asociación de comerciantes y el Centro Comercial Aberto, Gervasio Cao, para analizar qué medidas tomar para evitar que al Concello sigan llegando denuncias de vecinos por el ruido nocturno. Suárez reclamó un compromiso expreso del sector, para evitar tener que tomar medidas contundentes.

El regidor dejó claro que el subdelegado del Gobierno en Lugo, José Vázquez Portomeñe, está al tanto de todos los pasos que da en este asunto y que le expresó su total apoyo en una reciente junta local de seguridad celebrada en Ribadeo, en la que también se analizó el problema del ruido nocturno.

Desde el Ayuntamiento se busca la colaboración del sector de la hostelería, pero también se deja claro que no le temblará la mano a la hora de sancionar a quienes vulneren las normas establecidas.

Por su parte, los empresarios pusieron sobre la mesa algunas cuestiones que a veces pasan desapercibidas para los profanos. Por ejemplo, dijeron que lo habitual es que se sancione a los que de madrugada superan el horario establecido, pero apenas se controla a otros establecimientos que deben cerrar antes y no lo hacen, lo que a la postre supone una competencia desleal para los que tienen un horario más amplio, pero ven reducidas las horas en que tienen clientes. También se aludió a locales que tienen las puertas abiertas y que permiten salir a los clientes con vasos a la calle.

El alcalde dijo tomar nota de todas estas cuestiones, que tendrá en cuenta en el futuro. Pero se mostró inflexible al mostrar una carta de una vecina en la que se quejaba porque había locales abiertos a primera hora de la mañana. Eso -dijo Suárez- el Ayuntamiento no lo va a consentir pues considera un fraude de ley que establecimientos con licencia de bar abran por la mañana y trabajen como si fueran pubs con los últimos clientes.

El regidor también recordó que sobre el Ayuntamiento pesa una sentencia que obliga a pagar mensualmente una indemnización a un vecino y que, toda vez que la ordenanza de contaminación acústica fue rechazada por el pleno, se deben buscar soluciones para que haya menos quejas.

Tras este primer contacto se ha abierto un período de reflexión. El alcalde esperará ahora a que los hosteleros le pidan una nueva reunión.