Mal, muy mal le ha sentado al delegado del sindicato médico CESM que la Consellería de Sanidade diga que el Hospital da Costa tarda más en operar por los permisos de paternidad de anestesistas. Francisco Pintado, delegado de CESM en el hospital mariñano y anestesista, responde arremetiendo contra Sanidade, a cuya «incompetencia» responsabiliza de la «caótica situación asistencial del hospital», que también califica de «desastre».
Subrayando que transmite opiniones en nombre del sindicato del que es delegado, lo que ahora denuncia Pintado podría haber ocasionado serios perjuicios a pacientes del hospital mariñano, aunque no están probados.
Las listas de espera «están absolutamente disparadas en todos los servicios quirúrgicos y en muchas consultas externas», asegura. Algo que se agrava porque, añade Pintado, las «demoras de varios meses para algunas pruebas de radiología, podrían afectar en algunos casos a patologías cancerosas».
El delegado del CESM interpreta como «un castigo» a los pacientes que hayan «aumentado muchísimo» los que están siendo enviados a centros concertados para practicarles operaciones que antes «asumía el hospital» situado en Burela. Asegura que, a quienes no aceptan ser intervenidos en clínicas privadas alejadas de la comarca, «se les castiga doblemente, retirándoles de la lista de espera normal, colocándoles en una virtual y retrasando sine die su posible operación en el hospital».
Pintado protesta por la suspensión de peonadas, asegurando que en Burela fueron eliminadas «porque no había un correcto rendimiento en la actividad quirúrgica ordinaria, lo cual no es cierto porque en los últimos cinco años hemos estado por encima del 70%, más que la media del Sergas, el 65%».