Hablan protagonistas de los últimos ascensos del Deportivo: «Debe ser una semana muy similar a las que te han hecho llegar hasta aquí»

Antón Lestón Lago
Antón Lestón REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Imagen de archivo de la celebración del ascenso del Deportivo a Primera en el 2014.
Imagen de archivo de la celebración del ascenso del Deportivo a Primera en el 2014. PACO RODRIGUEZ

Carlos Marchena, Luis Fernández, Luisinho, Juan Domínguez, Dani Aranzubia y Ayoze Díaz comentan las claves para mantener al vestuario alejado de la euforia

10 may 2024 . Actualizado a las 10:49 h.

Es muy difícil plantear lo que puede pasar por las cabezas de los jugadores del Deportivo en una semana como esta, con una nueva posibilidad de ascenso a las puertas y la carga emocional de otros intentos fallidos en la espalda. No obstante, son los propios futbolistas que vivieron situaciones similares los mejores para analizar lo que se está cociendo en ese vestuario de cara al domingo. Dani Aranzubia y Ayoze Díaz estaban en aquel Dépor 2011-2012 que batió el récord de puntuación en Segunda División y subió en la penúltima jornada tras batir al Huesca en Riazor (2-1). También en A Coruña celebraron, en el 2014 y tras ganar 1-0 al Jaén, Carlos Marchena, Luis Fernández y Luisinho el muy meritorio ascenso del 2014, con una plantilla plagada de jóvenes de la cantera. El que vivió ambas fiestas en primera persona fue Juan Domínguez.

la semana previa

«Cada jugador es un mundo»

El deportivismo no encuentra término medio para afrontar esta semana. Del pesimismo desmesurado que se ampara en el «coidado coa festa» de Arsenio hasta el ascenso anticipado de algunos hay un trecho en el que debe saber convivir el vestuario. «Cada jugador es un mundo para eso. Yo siempre me mantuve tan lejos tanto de los que inundan negatividad como de los que exhiben positivididad a tope», indica Domínguez. «Desde el lunes, hay ya muchas ganas de que llegue el partido», comenta Ayoze. «Sí que es cierto que hay más tensión y nervios que de costumbre, pero al final cada uno lleva su cabeza como puede», matiza Aranzubia.

Luisinho rompe ese discurso de una semana «normal»: «Es distinta, hay adrenalina, nervios y sobre todo muchas ganas de que llegue el partido. Algunos puede que tengan ansiedad, pero la mayoría creo que lo afrontamos con confianza». Para Marchena, en cambio, es el entorno más íntimo lo que decanta la balanza: «Tiene que favorecerte, si no puede provocarte un estrés externo. Pero depende de cada carácter. Nosotros veníamos un poco derrotados de perder en Soria y había que equilibrar toda la euforia que te llegaba desde fuera con nuestros pensamientos desde dentro del vestuario. Hay que estar bien preparado para llevarlo con normalidad», comenta el héroe del 2014. Para Luis Fernández, que tenía 19 años en el logro del 2014, el recuerdo es muy diferente: «A mí me favoreció la inconsciencia. Estaba convencido de que lo conseguíamos, así fue y yo me pensé que el fútbol sería así de fácil siempre. Luego vinieron los golpes».

«La clave, al final, es seguir con la rutina. Esa semana debe ser lo más similar posible a las que te han hecho llegar hasta aquí y hay que darle confianza a ese trabajo, porque es el que te puso primero y te dio la posibilidad de ascender. Hay que aislar el vestuario de cualquier estímulo diferente», analiza Juan Domínguez.

la afición

«Sí que influyen»

Si en algo coinciden todos ellos es en el importante papel de la afición. «Incluso se nota la diferencia entre los que viven en el centro de la ciudad y los de las afueras durante la semana», advierte Marchena. «Claro que son uno más para nosotros, que nos sentimos con una responsabilidad extra y damos algo más», añade Luis. «Es una fuerza extra increíble. Cuando salimos del hotel y fuimos hacia el estadio ya íbamos con algo de ventaja sobre el Jaén. Fue una fuerza extra y la mejor experiencia de mi carrera», recuerda Luisinho. «Es que te lleva en volandas, jugártelo en casa es clave», señala Ayoze. «Me acuerdo más del camino a Riazor y de la fiesta que del partido; fue espectacular», resalta Aranzubia.

el partido

«Día para no correr riesgos»

Ante el Huesca y frente al Jaén se sufrió de lo lindo. Los aragoneses incluso obligaron al Dépor a una remontada con goles de Riki y Xisco. Una tónica que los jugadores califican como «normal» de cara a partidos con tanto en juego. «Se nos puso cuesta arriba y ahí es cuando te vienen esos pensamientos negativos de ‘‘a ver si no la vamos a cagar hoy'', pero empatamos pronto y la afición nos ayudó a levantarnos», analiza Ayoze. «Hay que tener cuidado con el exceso de ganas», recomienda Aranzubia, «es un día para no correr demasiados riesgos, porque hay mucha tensión en el ambiente y existe la posibilidad de que algún jugador se bloquee», recalca Luisinho.

«La preparación emocional debe ser diferente para ese día. Yo, si soy central, me tengo que concienciar de tener más cuidado dentro de mi área», aconseja Marchena. Eso sí, si acaba en final feliz, poco importan los noventa minutos: «El recuerdo es tan positivo que no tengo la parte del sufrimiento en la memoria», cuenta Juan Domínguez.

las Expectativas

«Ya toca»

Todos estarán muy pendientes de lo que suceda este domingo en Riazor. «Creo de verdad que esta vez sí, porque además hasta se puede permitir jugar a la contra», dice Luis Fernández de un Dépor al que Aranzubia augura un éxito como el de ellos en el 2012: «Ojalá tengan una celebración tan bonita; ya se lo merece». «Ojalá que sí, que la gente está ansiosa», expresa Luisinho. «Ya toca», resume y concluye Ayoze.