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Unos 31 céntimos diarios, eso es lo que usted aporta para garantizar la soberanía alimentaria en la UE

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SOSTENIBILIDAD

XOAN A. SOLER

En la UE hay 10 millones de explotaciones agrícolas y 17 millones de personas que trabajan habitualmente en el sector

13 may 2024 . Actualizado a las 11:36 h.

Unos 17 millones de personas trabajan habitualmente en un sector, el agroganadero, compuesto por unas 10 millones de explotaciones agrícolas dispersas por los países de la UE. Son parte de un tejido productivo que no responde a las mismas reglas que otros sectores. No es como la industria o el sector servicios porque el sector agroganadero es fundamental para proporcionar alimentos a la población y garantizar la soberanía alimentaria en la UE. Esa razón basta para entender por qué cada ciudadano de la UE dedica una media de 31 céntimos al día a sufragar la política agraria común (PAC), una iniciativa creada en 1962 que ha tenido que irse adaptando a las nuevas  tendencias del mercado y a las consecuencias derivadas del cambio climático. Actualmente en torno al 33,2% del presupuesto de la UE va a parar a la PAC. 

Pero hay muchas más razones que justifican su existencia. Porque el agroganadero es un sector que está constantemente mirando al cielo porque depende directamente de la meteorología o de las cada vez más cambiantes condiciones climáticas que afectan al territorio en el que se producen alimentos o se cría el ganado. Pero es que además, según los datos que maneja la UE, la cuenta de ingresos de los que trabajan en la agricultura o la ganadería es, de media, un 40 % más baja que la de los que operan en otros campos productivos. Por no hablar de que lleva un tiempo producir trigo para hacer harina o ordeñar más leche para satisfacer la demanda de queso, leche líquida.... Y no menos importante es la aplicación de métodos de producción respetuosos con el medio ambiente para evitar la degradación del suelo o de la biodiversidad. 

Este tipo de incentivos actúan en distintos ámbitos. Por una parte, las ayudas directas tratan de garantizar una estabilidad de ingresos a los agricultores, ayudando especialmente a aquellos que practican una agricultura respetuosa con el medio ambiente, además de compensarles por funciones como el cuidado del campo que el mercado no suele recompensar. 

Pero los fondos de la PAC también pretenden compensar a los productores en caso de eventos repentinos como una caída repetina de precios debida a un exceso de oferta en el mercado o la aparición de una alarma sanitaria como el covid. Además, las ayudas del segundo pilar de la PAC pretenden compensar a las zonas rurales para que estas puedan enfrentar retos como la despoblación o la brecha digital que todavía puede hallarse en muchas zonas rurales. 

Pero cómo se financia esta política agraria común. Pues a través de dos fondos que están englobados dentro del presupuesto de la UE. Son el Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA), que ofrece ayudas directas y financia medidas de mercado; además del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), que financia el desarrollo rural.