Éxito de la segunda huelga general contra Milei que paraliza el transporte público argentino

Cecilia Valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Personas caminan en la estación ferroviaria de Constitución este jueves en Buenos Aires
Personas caminan en la estación ferroviaria de Constitución este jueves en Buenos Aires Juan Ignacio Roncoroni | EFE

Desde el Gobierno anunciaron que se les descontará el día a los empleados públicos dependientes de la nación que se adhieran a la medida de fuerza

11 may 2024 . Actualizado a las 12:21 h.

El Gobierno argentino de Javier Milei vivió ayer la segunda huelga general en cinco meses de gestión con un alto nivel de adhesión debido a la paralización del transporte. La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera argentina, encabezó una protesta que incluye entre sus reclamos el ajuste, la recesión y la alerta por despidos en diversos sectores, pero también la ley ómnibus, que ya fue aprobada en el Congreso de los Diputados y esta semana comenzó a ser tratada en el Senado.

Las calles de las principales ciudades argentinas amanecieron completamente vacías. La adhesión de los sindicatos del transporte —aéreo, marítimo y terrestre— provocó una paralización casi total de actividades. Al transporte se le sumó también la falta de funcionamiento de bancos, comercios y entes públicos; el sector sanitario prestó servicios reducidos y de emergencia; y se suspendió la recogida de basuras.

Desde el Gobierno anunciaron que se les descontará el día a los empleados públicos dependientes de la nación que se adhieran a la medida de fuerza, y que lo mismo ocurrirá con los trabajadores del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. «Es un paro que no tiene razón aparente. Quien no va a trabajar y no cumple con su actividad, no cobra», advirtió el portavoz presidencial, Manuel Adorni. Tanto Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, criticaron la medida con mensajes en las redes sociales, y desde el Ejecutivo hicieron lo posible por relativizar su alcance.

Por su parte, Rodolfo Aguiar, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), sostuvo: «Este paro tiene varios destinatarios. No solo el presidente Milei, sino también los gobernadores y los senadores que tendrán que tratar la ley ómnibus, y también los cuatro o cinco grupos empresariales que en este momento son socios del Ejecutivo nacional».

Preocupa particularmente a los sindicatos la posible privatización de empresas públicas, la extensión de los períodos de prueba y la modificación de las indemnizaciones por despido, contenidas en la ley ómnibus como parte de un proyecto de reforma laboral. Todo esto, durante una semana en la que se conocieron datos alarmantes: la actividad de la construcción se contrajo un 42,2 % en marzo, en comparación al mismo mes del año pasado, y hubo una fuerte caída de la producción industrial el mismo mes: un 21,2 % interanual, el peor resultado desde que terminó la pandemia. 

La CGT no convocó ningún parón bajo el gobierno del peronista Alberto Fernández (2019-2023) y el último fue en el 2019, con Mauricio Macri (2015-2019), período durante el cual se hicieron cinco huelgas nacionales.