Un momento para no desperdiciar

Carlos Brizzola

TORRE DE MARATHÓN

Oskar Matxin Edesa

07 may 2024 . Actualizado a las 20:09 h.

Queda un partido menos por jugar, se mantiene la misma distancia con el Barcelona B, y lo que es realmente importante es que, ganando el próximo partido, el Deportivo está ascendido. Si vences eres equipo de Segunda; si empatas sigues manteniendo los cuatro puntos y, si, por cualquier razón pierdes, continúas estando por encima del filial azulgrana en la clasificación. Así que es un momento para no desperdiciar. Todo lo bueno que se ha hecho en esta segunda vuelta da esa oportunidad de rematar en casa y hay que aprovecharla.

Ya se verá cómo va el partido, si a falta de cinco minutos el empate es lo mejor u otros escenarios que puedan plantearse en función del tiempo de juego y resultado. Pero, en principio, hay que preparar el encuentro para avasallar al rival, salir a por los tres puntos y solucionar ya el ascenso este domingo en el estadio de Riazor. No hay que dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy. Si se te presenta la oportunidad de cerrar el ascenso, tienes que aprovecharla. Eso, de partida, y luego, insisto, ya se verá lo que pueda suceder en función del juego, por si quizás hay que conformarse con el empate con dos jornadas por delante. Aunque, de entrada, hay que preparar toda la semana mentalizando a los jugadores de que hay que salir a por los tres puntos.

El partido de Sestao era muy difícil por varias connotaciones: el campo, el no buen estado del terreno juego, un rival que está luchando por evitar el descenso, un contrario que solo había recibido 12 goles en su estadio... Se preveía que iba a ser difícil y lo más importante de todo fue el resultado. Sin duda. Y, sobre todo, después de un primer tiempo en el que solo hubo un tiro a puerta, el de Lucas con el meta fuera de la portería, y el Sestao con una ocasión clara que sacó Germán Parreño.

En el segundo tiempo, hubo intenciones de uno y de otro, pero hasta el gol de penalti el Dépor solo había tirado a puerta una vez en un zurdazo de Paris Adot que detuvo el meta sin dificultad. A partir del gol llegaron los mejores minutos del equipo blanquiazul. Los cambios de los locales provocaron que se fueran arriba y dejaran espacios. No fue un gran partido, pero sí muy correcto defensivamente, sin sufrir. Era un encuentro de 0-0, que había que ganar como fuese, y se desniveló en esa jugada de penalti.