«Nuestros políticos no se enteran: odio ya hay demasiado»

OPINIÓN

Jesús Hellín | EUROPAPRESS

07 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los nuevos tiempos

Sin darnos cuenta, la sociedad va transformándose a gran velocidad y las costumbres, la forma de entender la vida y la mentalidad de las gentes ya no tienen nada que ver con las de épocas pasadas. Hace 40 años los españoles hacían una vida más casera, más sedentaria y apenas se viajaba por España y menos aún por fuera de nuestras fronteras. Hoy día se coge el avión con una asiduidad sorprendente, sobre todo por los más jóvenes. Al mismo tiempo, las nuevas tecnologías han revolucionado el panorama social y son pocos los hogares que no disfrutan de las prestaciones de un ordenador o un teléfono móvil. Sorprende que nuestros políticos no se enteren de que los españoles han cambiado y las frases como «no pasarán» o los cánticos como el Cara al sol pertenecen a otras épocas ya superadas. Lo que no debe desaparecer nunca es el amor entre las personas, así como la solidaridad, la cercanía y la bondad. Odio ya hay demasiado, y, como siempre, ahí donde se encuentra no hay sino enfrentamientos y guerras. Joaquín Gil de la Peña. Cambados.

Torres medievales abandonadas en Ponteceso

Las torres de San Andrés de Tallo, en el concello coruñés de Ponteceso, Bien de Interés Cultural (BIC) y también reconocidas por Patrimonio, están olvidadas por las Administraciones. Castro, iglesia y torres forman un conjunto impresionante, conectando el camino de la vía céltica que pasa por Tallo rumbo a Santiago. Hoy, el peregrino solo podrá ver las ruinas y escombros de esas torres y tan solo queda en pie la casa señorial, transformada en vivienda privada.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX, las torres de Tallo pertenecían a don José Benito Posse de Castro y Romero. Al morir este sin descendencia, los mayorazgos y casas de Tallo y da Penoubiña pasaron a su hermana, María Josefa Posse de Castro, casada con Antonio María Varela Sarmiento. Esta construcción, realizada entre los siglos XVI y XVII, al principio fue un conjunto de dos torres. Posteriormente se remodeló, por lo que una de las torres seguía destacando en altura, mientras que la otra fue integrada en un cuerpo rectangular que las une, la casa particular. Ya solo nos queda el recuerdo de que Tallo tenía dos torres medievales que nadie quiso proteger y salvar de la ruina. Óscar de Souto.

La Lomloe ha matado la educación en valores

La Lomloe ha matado la educación en valores éticos. Como estudiante que cursó valores éticos y filosofía en la ESO, recuerdo lo importante que fue para mí formarme en ética y ciudadanía. Aprendí a razonar sobre dilemas morales, a valorar los derechos humanos, a ser crítico con las injusticias. La ética me hizo mejor persona y entender diferentes puntos de vista. Por eso me indigna que ahora esta ley reste tanta importancia a Valores Éticos, dejándola como una simple maría al lado de Religión. ¿En serio vamos a decirles a los jóvenes que reflexionar sobre la moral no merece una nota?

Hay que tener en cuenta el problema de Filosofía de la ESO. Esa materia fue clave para aprender a pensar por mí mismo, a cuestionar dogmas, a desarrollar mi criterio. Recuerdo con cariño que mi profesor decía que una educación sin filosofía no es educación, es adoctrinamiento.

En el fondo, me da la sensación de que esta ley quiere facilitar el estudio a la juventud, sin embargo no lo están haciendo de la manera adecuada. Deben buscar que el alumno se interese por la materia, y cómo pretenden hacerlo si cuando acudo a clase más de la mitad de mis profesores están desmotivados. Tal vez deberían ofrecer herramientas a los docentes para manejar el estrés del trabajo y mejorar las condiciones laborales. Lorca dijo en Bodas de sangre, «callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima», por lo que invito a todo el que lea esto a reflexionar. Anás Lahlafi Annouar.